Te di palabras
húmedas de viento
para nombrarte sin decir tu nombre.
Fluvial murmullo que clama desde lejos,
allá donde el diluvio se dispersa,
fueron mis palabras.
Y te marchaste,
solo,
sin puerto en el ocaso,
señal anclada a la piedra
por siglos,
indeleble a la sal de las mareas.
No habrá lugar sobre la arena muerta
inmóvil al contacto de tu aliento,
ni orilla que no avise de tus pasos
cuando vienes en la espuma y te derramas.
Mas yo dormiré con mi nostalgia,
y será quien me despierte una gaviota
que gime recordando tu partida.
Tienes imágenes muy hermosas. Me encanta tu estilo como de añoranza al mar y la playa, ese verso de
ResponderEliminar"No habrá lugar sobre la arena muerta
inmóvil al contacto de tu aliento,
ni orilla que no avise de tus pasos
cuando vienes en la espuma y te derramas."
es poderosisimo. O sea uno se a pensar, ¿cómo la arena puede estar muerta? y aparte inmóvil al contacto de un aliento. Parece muy obvio pero pasan muchas cosas en esa imagen. Bueno, eso de Cuando vienes en la espuma y te derramas me desconcierta mucho. Siempre logras eso en mi. Muy bien Ximena.
Bueno y no se diga de lo demás
¡grande, Ximena, Grande!
Que hermosísismo poema, son el tipo de cosas que yo quisiera escribir, y me mucha envidia de la buena. Eres muy buena!!
ResponderEliminar