jueves, 28 de junio de 2012

Tempestad

Te di palabras
húmedas de viento
para nombrarte sin decir tu nombre.
Fluvial murmullo que clama desde lejos,
allá donde el diluvio se dispersa,
fueron mis palabras.

Y te marchaste,
solo,
sin puerto en el ocaso,
señal anclada a la piedra
por siglos,
indeleble a la sal de las mareas.

No habrá lugar sobre la arena muerta
inmóvil al contacto de tu aliento,
ni orilla que no avise de tus pasos
cuando vienes en la espuma y te derramas.

Mas yo dormiré con mi nostalgia,
y será quien me despierte una gaviota
que gime recordando tu partida.

2 comentarios:

  1. Tienes imágenes muy hermosas. Me encanta tu estilo como de añoranza al mar y la playa, ese verso de
    "No habrá lugar sobre la arena muerta
    inmóvil al contacto de tu aliento,
    ni orilla que no avise de tus pasos
    cuando vienes en la espuma y te derramas."

    es poderosisimo. O sea uno se a pensar, ¿cómo la arena puede estar muerta? y aparte inmóvil al contacto de un aliento. Parece muy obvio pero pasan muchas cosas en esa imagen. Bueno, eso de Cuando vienes en la espuma y te derramas me desconcierta mucho. Siempre logras eso en mi. Muy bien Ximena.

    Bueno y no se diga de lo demás

    ¡grande, Ximena, Grande!

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  2. Que hermosísismo poema, son el tipo de cosas que yo quisiera escribir, y me mucha envidia de la buena. Eres muy buena!!

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