jueves, 28 de junio de 2012

Tempestad

Te di palabras
húmedas de viento
para nombrarte sin decir tu nombre.
Fluvial murmullo que clama desde lejos,
allá donde el diluvio se dispersa,
fueron mis palabras.

Y te marchaste,
solo,
sin puerto en el ocaso,
señal anclada a la piedra
por siglos,
indeleble a la sal de las mareas.

No habrá lugar sobre la arena muerta
inmóvil al contacto de tu aliento,
ni orilla que no avise de tus pasos
cuando vienes en la espuma y te derramas.

Mas yo dormiré con mi nostalgia,
y será quien me despierte una gaviota
que gime recordando tu partida.

jueves, 17 de mayo de 2012

Hay fantasmas en esta casa

Hay fantasmas en esta casa
donde todos los días algo muere,
restos de llanto y ceniza,
cadáveres del tiempo a cuyo paso los muros se doblegan.

Puertas y ventanas dan hacia el vacío
y mis fantasmas callados
mutilan su silencio,
enervan a tal punto intuíbles en el zumbido de las moscas.

Ninguna casa está del todo vacía,
la muerte se filtra a través de cualquier superficie,
depósito de desperdicios donde habita
la mutación de todas las cosas.

lunes, 30 de abril de 2012

Cadáver




Algo de mí me ha abandonado,
algo de mí ha escapado lejos hacia ninguna parte,
hacia ningún lugar de donde nada sé,
sino que no existe.

Algo de mí dejó de ser mío,
y sin embargo permanece
quizá en el mismo sitio,
quizá en el mismo aire,
desplazándose,

deambulando de un objeto a otro
como este diálogo plomizo entre el silencio
y el tic-tac del reloj

o como el flujo descompuesto en que emprendió la huída
cuando aparté el cerrojo de mis venas.